David, Chiriquí, fue la tierra que lo vio nacer, el 12 de
febrero de 1937, fecha en que ya traía consigo el talento
innato para el mundo de las leyes, destreza que era
de esperarse, pues la heredó de su padre, don Eduardo
Morgan Álvarez (q.e.p.d.), un hombre de inteligencia
incalculable y muestra palpable de que, ¡cuando se
quiere, se puede!
Fue Cuba, la isla de paradisíacas playas y tierra del habano, la que vio nacer
a Magali Méndez Ojeda, pero nuestro suelo panameño le permitió crecer y
emprender. Sus raíces y venas son caribeñas, sin embargo, su corazón es
panameño. Hace 54 años, siendo apenas una adolescente, arribó al Istmo con
un equipaje lleno de sueños y metas por alcanzar, ¿Su mayor deseo? Comenzar
una nueva vida, formar una familia, y alcanzar el sueño de todos: la felicidad
Estudió negocios en Estados Unidos, en la Universidad
St. Michael’s College, emprendedor y empresario de
vocación y convicción, nació el 2 de marzo de 1966 en la
provincia de Chiriquí, tierra fértil y próspera en donde
aprendió del mejor maestro, su padre, esa habilidad
y buen olfato de detectar oportunidades en el sector
comercial. Esa visión le ha llevado a ser hoy propietario
de reconocidos y prestigiosos negocios que operan en el
país
Desde que comenzó a dar sus primeros pasos,
sintió una gran atracción por los juegos
constructivos, se entretenía con tucos de madera
y legos, armando formas, figuras y ciudades
imaginarias
Vino a Panamá procedente del Peloponeso, Grecia,
siguiendo los pasos de sus hermanos y con el
convencimiento de que su sentido común y buen ojo
para los negocios le abrirían las puertas a muchas
oportunidades que no dejaría escapar